Miguel Mariano Gómez Arias fue electo Presidente de la República en las elecciones del 10 de enero de 1936. Nació en la ciudad de Sancti Spiritus (Las Villas) el 6 de octubre de 1890. Era hijo de quien fuera Presidente de Cuba, el General José Miguel Gómez. Se graduó de abogado en la Universidad de La Habana. En 1914 fue electo Representante a la Cámara, puesto que ocupó por 12 años. Se alzó en armas junto a su padre contra el General Menocal durante la revolución de "La Chambelona". En 1926 fue electo a la Alcaldía de La Habana. Durante la presidencia de Machado, abandona el país y se va a vivir a New York. A la caida de Machado regresa a Cuba y es nombrado de nuevo Alcalde de La Habana por el Presidente Mendieta. Su labor en la alcaldía fue tan meritoria, que le ganó el sobrenombre de "Alcalde Modelo". Fue electo presidente en 1936. Al tomar posesión de la presidencia, se dirige al Congreso para exponer sus planes de gobierno. Dice que no dudará en tomar las medidas necesarias para mantener el orden en todos los rincones de la República, incluyendo la universidad. Mencionó la necesidad de aprovechar las tierras baldías, el establecimiento de bancos del Estado y la urgencia en fortalecer la hacienda pública. Desde el comienzo de su gobierno, el Presidente Gómez Arias mantiene fuertes confrontaciones con el Congreso y con el Jefe del Ejército, el Coronel Batista. Los atentados dinamiteros son comunes, y la represión por parte del Jefe de Policía, Tte. Coronel Pedraza, se hace mayor. El Presidente del Senado renuncia a su cargo. Los congresistas están dispuestos a terminar el período presidencial mediante la destitución del presidente. El Presidente Gómez Arias y el Coronel Batista tienen gran diferencia de opiniones referente a la creación de las Escuelas Civico-rurales. Tres mil escuelas se proyectaban para llevar la educación a los lugares mas recónditos de la Isla. El Presidente se oponía al proyecto en la forma en que se había establecido. Se elaboró una ley que aprobaría un impuesto de 9 centavos a cada saco de azúcar de 325 libras para completar la obra de las escuelas. El proyecto de ley fue elevado al Congreso y aprobado por amplia mayoría. El Presidente Gómez Arias, aún amenazaba con vetar la ley. El día 21 de diciembre fue presentada ante la Cámara una moción por la cual se resolvía acusar ante el Senado al Presidente de la República por "coaccionar a los congresistas e interferir en el libre funcionamiento del Congreso". El día 22, el Senado recibió el acta de acusación, y aprobó unas reglas de procedimiento, ordenándole al Presidente que respondiera a la acusación. El Presidente tenía 24 horas para presentar su respuesta por escrito. El día 23 de diciembre el Senado se reunió para escuchar las razones a favor del presidente que serían expuestas por el Senador José Manuel Gutiérrez. A pesar de una brillante exposición por parte del Senador Gutiérrez, el Senado declaró a Miguel Mariano Gómez culpable de interferencia contra el libre funcionamiento del Congreso, con la imposición de una pena de destitución a su cargo de Presidente de la República. Cuando Miguel Mariano fue informado de la sentencia del Senado, se retiró a su residencia particular, y la presidencia pasó al Vice-Presidente Federico Laredo Bru.
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