(Jagüe Grande, 1866 - La Habana, 1941) Militar y político cubano que fue presidente de la República de Cuba (1913-1921). Miembro de una familia acomodada, cursó sus estudios en Estados Unidos, en la Universidad de Cornell, en Ithaca (Nueva York), donde se licenció en Ingeniería Civil. Durante la guerra por la independencia, en la que García Menocal luchó bajo las órdenes del líder revolucionario Máximo Gómez, alcanzó por su valía y excelentes cualidades de mando el grado de general, al mismo tiempo que inició su liderazgo en el Partido Conservador, adversario político del Partido Liberal Autonomista del liberal José María Gálvez Alonso.
Tras la ocupación efectiva de la isla por parte de los Estados Unidos el 1 de enero de 1899, García Menocal fue nombrado jefe de la policía de La Habana, desde donde pasó a presidir la Inspección General de Obras Públicas. Trató infructuosamente de poner término a las luchas intestinas que se desataron entre los conservadores y los liberales, con el objeto de evitar en todo lo posible el mantenimiento de la postura intervencionista estadounidense en los asuntos internos de la isla. Desengañado por su fracaso, García Menocal determinó abandonar la política activa para dedicarse a la dirección de empresas comerciales de exportación agrícola.
En el año 1908, García Menocal regresó al ruedo político empujado por un gran número de seguidores, que le convencieron para que se presentara como candidato a la presidencia de la isla, pero fue derrotado por el liberal José Miguel Gómez (1909-1913). A pesar de semejante revés, en el año 1913, volvió a presentarse para el mismo cargo, empeño que coronó con una aplastante victoria sobre su oponente, fundamentado en un programa político que prometía, entre otras cosas, una profunda reforma para parar los enormes gastos en la administración, auténtica lacra económica que estaba llevando a la isla hacia la banca rota; un acercamiento y estrechamiento en las relaciones bilaterales con los Estados Unidos; una mejora la distribución de la carga fiscal; la elaboración de una política económica proteccionista; y, por último, el abaratamiento los productos de primera necesidad.
Su primer mandato presidencial transcurrió sin sobresaltos, pues coincidió con un período de prosperidad debido a la espectacular subida del precio del azúcar durante la Primera Guerra Mundial, lo cual posibilitó una entrada masiva de divisas en la isla. Pero, al resultar reelegido presidente en noviembre de 1916, el jefe del Partido Liberal, José Miguel Gómez, impugnó las elecciones por fraudulentas, así que, tres meses antes de que García Menocal renovara oficialmente el cargo, se inició en la isla una guerra civil entre los dos bandos que acabó extendiéndose a todos los sectores del país y que se complicó sobremanera para García Menocal cuando Gómez logró atraer para su causa a un gran parte de la población civil y a sectores de jefes y oficiales del ejército.
Las tropas gubernamentales de García Menocal lograron a duras penas parar la oposición militar de Gómez, para lo cual tuvieron que pagar un alto coste material y en vidas humanas. El apoyo de la administración estadounidense presidida por Woodrow Wilson (1912-1920) resultó decisivo
Una vez liquidada la guerra, García Menocal intentó llevar a cabo una política de reconstrucción nacional. Empezó por decretar una amplia amnistía política para todos los presos políticos, entre los cuales se incluía su rival político José Miguel Gómez, necesaria para poder acometer con garantías los graves asuntos económicos que amenazaban Cuba como consecuencia de la lógica recesión económica tras el fin de la Primera Guerra Mundial.
La crisis consecuente en el período de posguerra afectó sobremanera a la frágil y poco preparada infraestructura económica de la isla. El precio del azúcar, producto principal en las exportaciones cubanas, bajó en picado, provocando un sinfín de agitaciones sociales y el descontento contra el Gobierno de García Menocal, que se mostraba incapaz de atajar la crisis. La gota que colmó el vaso fue el desastre bursátil del año 1921, que sumió en la miseria a casi toda la población de la isla, la cual reaccionó violentamente contra el Gobierno. El 20 de mayo de 1921, García Menocal entregó el Gobierno de la isla al liberal Alfredo Zayas (1921-1925), quien había resultado vencedor en las urnas, tras lo cual se embarcó para un largo viaje a Europa.
De regreso a Cuba en 1924, García Menocal se dedicó a sus pingües negocios de exportación hasta que, al año siguiente, volvió a presentarse para la presidencia de la isla, enfrentándose al candidato liberal, el general Gerardo Machado Morales (1925-1933), quien le infligió una severa derrota electoral. En vista de que éste volvió a ser reelegido para la presidencia en las elecciones celebradas en el año 1929, García Menocal se puso al frente de un nuevo partido político, el Partido Nacionalista, con el propósito de parar las reformas constitucionales que Machado pretendía introducir, todas ellas con el objetivo de modificar la Ley Fundamental del Estado.
Lo que comenzó siendo una campaña política feroz en contra del Gobierno, se convirtió, en el año 1931, en un alzamiento armado en toda regla, en el que García Menocal contó con la participación de los coroneles Mendieta y Méndez Peñate, entre otros muchos. Pero la intentona armada fue parada a tiempo por las tropas gubernamentales, avisadas a tiempo de las intenciones golpistas, por lo que García Menocal fue hecho prisionero y confinado provisionalmente en una prisión enclavada en la provincia de Pinar del Río, desde donde fue conducido a la fortaleza de La Cabaña, y se le conminó a tomar el camino del exilio a Estados Unidos en 1932.
Después de ocho años de total inactividad política, en 1940 pudo regresar a Cuba gracias al advenimiento en el poder del dictador de corte populista Fulgencio Batista (1940-1944; 1952-1954; 1955-1958). García Menocal fue sorprendido por la muerte al año siguiente, justo cuando se encontraba en plena tarea de reorganización del Partido Demócrata Republicano.
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