martes, 10 de junio de 2008

Carlos Mendieta y Montefur

Desde18 de Enero 1934 Hasta 11 de Diciembre 1935

18 de enero de 1934 - 12 de diciembre de 1935.
Ante la renuncia del Ingeniero Hevia como Presidente de la República, los sectores revolucionarios se reunieron, estando presentes el Secretario de Estado Manuel Marquez Sterling, el Coronel Fulgencio Batista, y el Embajador de los Estados Unidos Jefferson Caffery. Allí se decidió nombrar como Presidente Provisional de la República de Cuba al Coronel Carlos Mendieta y Montefur. El pueblo acceptó la designación con gran agrado.
Carlos Mendieta nació en la provincia de Las Villas el 4 de novoembre de 1873. Aún muy joven se afilió al Ejército Libertador y llegó a alcanzar el grado de Coronel. Fundó, junto a José Miguel Gómez, el Partido Republicano Federal en 1901, y al año siguiente fue electo Representante a la Cámara por ese partido. En 1904, también con José Miguel Gómez, funda el Partido Conservador. Se opuso al régimen del Presidente Estrada Palma en 1906, y fue re-electo a la Cámara por la Coalición Liberal que llevó a la presidencia a José Miguel Gómez
Se separa políticamente de José Miguel Gómez y respalda a Alfredo Zayas en su capacidad de adversario del General Menocal. Vuelve a ser electo en 1912, y dos años después funda en Las Villas el Partido Liberal Unionista. En 1916 fue candidato a la Vice Presidencia con el Dr. Alfredo Zayas. En 1917, se alzó en armas durante la revolución conocida como "La Chambelona" contra la brava electoral del General Menocal, y al ser derrotada esta insurrección, se marcha al exilio por un año. De regreso a Cuba, es re-elcto a la Cámara en 1918 y al término de este período, se retira de la política y se dedica a sus negocios en la provincia de Camaguey. Allí se queda, hasta que se opone a la extensión del mandato del Presidente Machado. Se mantiene activo durante el período revolucionario de 1933 y los "100 días" de Grau San Martín. Después de la renuncia del Ingeniero Calos Hevia, es elevado a la presidencia por la Junta Revolucionaria del 4 de Septiembre de 1933.
La administración del Coronel Mendieta vuelve a la República a un período conservador que es bien visto por Estados Unidos. Ocupaba la presidencia de Estados Unidos Franklin Delano Roosevelt, quien había establecido la llamada "Política del Buen Vecino" para mejorar las relaciones con Latinoamérica. Ante la demanda de los políticos liberales cubanos, se comenzaron las negociaciones para derogar la Enmienda Platt, que otorgaba el derecho a Estados Unidos de intervenir en los asuntos de Cuba. El 29 de mayo de 1934, el gobierno del Presidente Mendieta firma el "Tratado de Reciprocidad", con los Estados Unidos. Como consecuencia de este tratado, se derogaba el Tratado Permanente de 1903, y se ponía fin al derecho de intervención por parte de Estados Unidos. El Tratado de Reciprocidad tenia un alcance aún mayor, pues establecía una serie de preferencias comerciales entre Estados Unidos y Cuba, y la reducción de
tarifas arancelarias. El tratado le dio un gran impulso a la exportación de ron, tabaco, frutas y vegetales a la nación del norte.
Para tratar de normalizar la situación política y económica, el Presidente Mendieta firmó un decreto instaurando la inamobilidad de los trabajadores. Es decir, que nadie podía ser despedido sin un expediente correspondiente que demostrara incapacidad o faltas en el trabajo. Al propio tiempo se creó la jornada de ocho horas diarias, y el derecho a 15 días al año remunerados de vacaciones, y 9 días por enfermedad. Al propio tiempo, se estableció la obligación de otorgar el mismo sueldo por el mismo trabajo a los hombres y las mujeres.
Por decreto presidencial, se devolvieron a las compañías norteamericanas los centrales azucareros que les habían sido confiscados, así como las compañías de electricidad y teléfonos.
Se estableció una Ley constitucional que determinaba que el poder sería ejercido por el Presidente de la República, el Consejo de Secretarios y el Consejo de Estado. En 1934, se derogó el Ejército Nacional y se creó el Ejército Costitucional, y se otorgó al Coronel Batista la facultad de reorganizar las Fuerzas Armadas. Para ello se decretó una Ley Constitucional el 11 de junio de 1935.
La República vivió momentos de prosperidad, pero también momentos de gran tensión producto de huelgas, atentados violentos, incluyendo uno contra la vida del propio presidente. Estos acontecimientos hacen mayor la represión por parte de la policía que estaba dirigida por el Teniente Coronel Pedraza.
La situación nacional se hizo tan tensa, que el día 12 de diciembre de 1935, el Coronel Mendieta presentó su renuncia como Presidente Provisional.

No hay comentarios: