El 22 de diciembre de 1830 nace en una finca cercana al actual municipio de Yara, en la provincia cubana de Granma, Bartolomé Masó Márquez, el hombre que en la madrugada del 10 de octubre de 1868, en el ingenio “La Demajagua”, se convierte en Lugarteniente de Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de aquella lucha.
Sería diputado a la Cámara, Secretario de Guerra y último presidente de la República en Armas.
Ante el oprobioso Pacto del Zanjón propuesto por los españoles donde se planteaba una paz sin independencia asume una digna posición, y en 1878 figura entre los principales partidarios de la Guerra Chiquita.
El 24 de febrero de 1895 se levanta en armas en Bayate. La parte noroeste de la región oriental opera bajo su mando, como un patriota a toda prueba de su capacidad en la guerra preparada por José Martí.
El historiador Pedro Pablo Rodríguez, en la revista Bohemia con fecha 26 de diciembre de 1980, afirma: “... hay clara evidencia de que para 1894 Masó estaba metido de lleno en la conspiración dirigida por el Partido Revolucionario Cubano: en junio de ese año Martí escribía a Gómez informándole que Calicito, donde se encontraba Masó era un silencioso hervidero.”
En abril al arribo de Maceo, por Playitas de Cajobabo, Masó se le subordina y sirve como jefe del Segundo cuerpo de Ejército de las tropas del Cauto.
La noche del 18 de mayo de 1895 se produce en La Bija, en los ranchos de Rafael Pacheco, potrero de la finca Dos Ríos el primer encuentro entre Masó y Martí, aunque no eran desconocidos. La conversación fue larga y amena con mucho respeto y admiración.
De ahí Masó parte para el campamento de la Vuelta Grande... al día siguiente esa amistad queda trunca con la muerte del Apóstol.
Después de una existencia a favor de la Patria, de postura anticolonialista y antimperialista, fallece en Manzanillo, en 1907, aquel, prócer que supo ser consecuente con sus convicciones hasta el último aliento
Sería diputado a la Cámara, Secretario de Guerra y último presidente de la República en Armas.
Ante el oprobioso Pacto del Zanjón propuesto por los españoles donde se planteaba una paz sin independencia asume una digna posición, y en 1878 figura entre los principales partidarios de la Guerra Chiquita.
El 24 de febrero de 1895 se levanta en armas en Bayate. La parte noroeste de la región oriental opera bajo su mando, como un patriota a toda prueba de su capacidad en la guerra preparada por José Martí.
El historiador Pedro Pablo Rodríguez, en la revista Bohemia con fecha 26 de diciembre de 1980, afirma: “... hay clara evidencia de que para 1894 Masó estaba metido de lleno en la conspiración dirigida por el Partido Revolucionario Cubano: en junio de ese año Martí escribía a Gómez informándole que Calicito, donde se encontraba Masó era un silencioso hervidero.”
En abril al arribo de Maceo, por Playitas de Cajobabo, Masó se le subordina y sirve como jefe del Segundo cuerpo de Ejército de las tropas del Cauto.
La noche del 18 de mayo de 1895 se produce en La Bija, en los ranchos de Rafael Pacheco, potrero de la finca Dos Ríos el primer encuentro entre Masó y Martí, aunque no eran desconocidos. La conversación fue larga y amena con mucho respeto y admiración.
De ahí Masó parte para el campamento de la Vuelta Grande... al día siguiente esa amistad queda trunca con la muerte del Apóstol.
Después de una existencia a favor de la Patria, de postura anticolonialista y antimperialista, fallece en Manzanillo, en 1907, aquel, prócer que supo ser consecuente con sus convicciones hasta el último aliento
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